Esto fue escrito el día viernes 4 de junio por la mañana.
Es increíble lo rápido que pasa el tiempo cuando tenés un objetivo, una meta. Parece que fue ayer cuando con mi amigo Figo, no es el ex futbolista portugués pero es mas grande, decidimos con unas cuantas birras de por medio hacer un viaje al mundial de Sudáfrica. Esto fue en noviembre aunque parezca que fue ayer, y estoy en el aeropuerto de Ezeiza, a punto de embarcar el vuelo hacia los sueños. No voy a decir que llevo las valijas llenas de ilusiones porque es frase se dijo hasta el hartazgo la semana pasada y ya perdió su sentido, pero si puedo decir que viajo con unas expectativas enormes, con muchas ganas de vivir el mundial intensamente y con la responsabilidad de aprovechar la oportunidad que se me presenta. Porque como ya dije alguna vez, debo sentirme muy afortunado por poder vivir todo esto.
Ya pase migraciones, ya estoy solo, hasta que llegue Figo serán 2 semanas en las que no veré una cara conocida, en las que tendré que aprender a moverme dentro de Johannesburgo y dentro de la FIFA. El desafío es lindo, y mañana para esta hora debería tener importantes novedades de todo tipo. Ojalá pueda escribir pronto.